27.7.08

verde que te quiero dulce

Igual actualizo esta ruina de blog para no perder el latido. Ya tiene un ritmo estilo resurrección de Munra. Cada vez que estoy por escribir algo en buen tono, veo algo que me enardece y esta no es la excepción. Resulta que una de las adquisiciones que hemos hecho es una planta de Stevia rebaudiana (familia Asteraceae como la margarita) que venía de esqueje. Estaba apenas enraizada y tardó unas buenas 6 semanas (o más?) para reactivar su meristema apical. Ahora tiene meristemas axilares cerca de la base que quieren romper. Les voy a dar una mano removiendo el tallo bien abajo y de paso planto el esqueje resultante. Así por lo menos tendremos aunque sea una con aspecto de arbustito. La cosa es que además de todo florecióoo! Como bien se aprecia en la foto claro. Los que están al tanto de la cotroversia científica y política acerca de esta planta cuyas hojas son un par de órdenes de magnitud más dulces que el azúcar saben que
  1. se difundieron rumores de su posible acción mutagénica (por lo que a esta altura los japoneses tendrían que estar lanzando escupidas de fisión atómica tipo basilisco radiactivo) y
  2. lobbies perversos (al estilo Splenda o Nutrasweet) han impedido su comercialización.
El rollo siempre es el mismo: patentes, putas patentes. Ahora resulta que Coca-Cola y Cargil han colaborado para desarrollar un edulcorante a base de Stevia (patentado por supuesto). Mientras no pudieron buscarle la vuelta de tuerca para quedarse con la mayor tajada posible, la maldita planta era cancerígena. Ahora que dos multinacionales se afilaron los colmillos van a ver como van a empezar con publicidad sobre sus mágicas cualidades. Eso hasta que algún grupo fundamentalista empiece con que causa pérdida del lóbulo frontal o algo similar y genere histeria masiva hasta que todo pase. Siempre la misma historia. Y Coca-Cola seguira currando millones y dirá que son todos cuentos... y yo, con el asssco que me dá, tu sociedad, por el edulcorante de hoy: cuánto gastaste?