2.12.11

No voy aquí, ni voy allá

Cualquier excusa es buena para tener una mísera entrada en 2011. Cualquiera también puede ver que la tasa de aparición de entradas es inversamente proporcional a las revoluciones por minuto de la rueda de hamster humana que caracteriza la topdaora social en marcha (que elijo deliberadamente darle un angulo positivo con la siguiente imágen)



Por qué es tan difícil mantener un blog? La respuesta está en una entrada en el blog de Gabriel Weinberg (fundador de DuckDuckGo). Concisamente, Gabriel explica que mantener un blog lleva mucho tiempo. Mejor dicho: mantener un buen blog lleva mucho tiempo. La cantidad de pelotudeces que encuentran su lugar en diversos "blogs" es incalculable. No estoy queriendo decir que yo no escribo pelotudeces, pero sí les dedico un mínimo de tiempo! (Hmm, por eso...).

Lo cual me introduce al tema de hoy. Perteneciendo a la generación X, naturalmente tengo cierto resentimiento por la generación Y (o "Millennia"). Pero especiamente me deja perplejo la incapacidad por prestar atención a lo que sea por más de 30 segundos. ¿? No en serio. Bueno, si, no tengo que ser tan categórico. Hay ciertas cosas a las cuales los Milenios le pueden prestar su más profunda atención, como el smarphone por ejemplo. Esta característica de los Milenia puede llegar a extremos. Ensayando en el coro, no es extraño que varios Milenios pelen su celular para textear o comentar algo en Facebook durante la vocalización de sonidos musicales por el resto de los miembros del coro. Fuera de joda, hay algo que me estoy perdiendo en la ecuación?

Pero tal vez la consecuencia más molesta de la adicción al celular se aprecia mejor en el trajín diario. La forma más acertada de identificar un Milenio de espaldas, es cuando nos encontramos caminando en la misma dirección que uno de ellos. Si uno camina por detrás de un Milenio, casi siempre vamos a notar que nos acercamos progresivamente. Siendo una audiencia prespicaz, me dirán que eso significa que el Milenio va caminando más lentamente. Correcto. Un Milenio activo siempre camina más despacio dado que una mayor proporción de sinapsis están dedicadas al texting. Lo segundo que notaremos es que caminan con la cabeza a gachas y a medida que nos acercamos se va distinguiendo un claro ruido blanco que concuerda con el caminar del individuo. Sí, esto es el arrastrar de pies que también caracteriza a los Milenios. Este es un avance en la evolución. Dicha generación es capaz de percibir irregularidades en el terreno de forma táctil, ya que su vista está siendo usada en cosas más importantes, como pegarle a la letra adecuada en los endemoniados teclados virtuales. Mi hipótesis es que el sonido de arrastre de pies también cumple una función de ecolocación.

Es de esperarse que a medida que nos acercamos más y más a un Milenio caminando en nuestra misma dirección, lo querramos sobrepasar para evitar la colisión de ambos cuerpos. No tan rápido. Aquí emerge una característica que es más aparente a corta distancia. Cuando intentamos pasar por un costado, el Milenio se desplaza lateralmente en el mismo sentido impidiendo el paso. "Nou problemou", decimos, e intentamos pasar por el otro costado... pero sólo para encontrarnos que el Milenio ha revertido la dirección de su desplazamiento lateral de modo que nos impede el paso por el nuevo costado. Esta serie de eventos se puede reiterar unas cuantas veces hasta que algún evento estocástico permita nuestro paso. Y así nos damos cuenta de otra tendencia que les proporciona una ventaja adaptativa: los Milenios exhiben una especie de movimiento Browniano al caminar. Este comportamiento es concomitante con mi hipótesis de ecolocación y reconocimiento táctil del terreno. El problema con esta nueva habilidad es que no importa cuánto uno quiera pasarlos de una, no se posible. Esto es una manifestación del principio de entrelazamiento cuántico, el cuál es posible que los Milenios, siendo tan tecnológicamente avanzados, puedan manipular a voluntad. Es factible que el momento en el cual uno decide pasar a un Milenio texteando con movimiento Browniano y activa ecolocación, nuestra intención sea sensada por la criatura que subsecuentemente establece un entrelazamiento cuántico con nosotros que nos fuerza a precipitar decisiones de cambio de dirección que nos conducen a no poder pasarlos, con el objetivo de mantener su espacio personal más amplio incrementando el área de influencia de sus tácticas de interacción con su entorno, y así poder llevar a cabo con mayor comodidad tareas más importantes como comentar la última bosta de Justin Bieber en Twitter, en lugar de perder tiempo con cosas irrelevantes como ver por donde uno camina.

Y ahora puedo ver la raíz de mi rencor: secretamente envidio a los Milenios por ser una generación superior. Atrás quedaron los tiempos cuando el chascarrillo era caminar y mascar chicle al mismo tiempo. Snif...